Buenos días Quino:

Hoy es tu cumpleaños número 83 y te sigo desde 1996 cuando una de mis tías llegó con un libro plomo donde en la tapa aparecía una niña pensativa sentada en un banquito con un libro que decía "10 años con Mafalda".

Al abrirlo, habían muchas figuritas de niños jugando y burbujitas con diálogos sobre sus cabezas. No recuerdo exactamente cual fue la primer tira tuya que leí, pero desde ese momento me enamoré del personaje que creaste con tanto cariño y que mucho de nosotros seguimos.

Me quedaba despierta hasta las once de la noche, con una linterna, debajo de mi frazada, para poder seguir leyendo ese libro y reir con cada ocurrencia sin que mi mamá se diera cuenta para evitar que se moleste y me mande un gritazo. Me disculparás que a mi me guste la sopa, pero no puedo evitar comerla cuando mi mamá le pone fideos en forma de letras y así poder jugar con ellas, formar nombres y jugar con las papas (hasta ahora hago eso).

Mi pelo, si me vieras, es igualito al de ella al levantarse y que bueno, ahora, gracias a los productos cosméticos puedo controlar. Tengo una amiga que piensa como Susanita que espera que llegue el hombre de su vida y tenga hijitos, pero aun no sé si ha dado cuenta que eso no va a ocurrir si se sigue quejando o esperando que le toque la puerta.

Me gustan The Beatles, también bailaba como ella con el volumen de la radio altísimo y tenia mi póster pegado en la pared y recuerdo con mucha gracia haberle respondido a mi mamá lo mismo que Mafalda cuando me dijo que no sabía lo que cantaba porque eso no era inglés y no entendía lo que decía.

Mi mamá se parece a Raquel, aquella loca por la limpieza, por la comida, por las compras de la casa y que aguanta las ocurrencias y preguntas existenciales que le hace su hija (yo). Es más, incluso ahora que ya soy "grande", me sigue aguantando; ella es muy genial como Raquel.

Me preocupa cómo va el mundo y déjame decirte que aunque esa tira empezó hace más de treinta años, varias preguntas de Mafalda se pueden aplicar a nuestra loca realidad: el gobierno, los políticos, la desigualdad social, la pobreza y demás.

Hace poco fui a Buenos Aires y no podía evitar ir a San Telmo y pasar por la Calle Defensa y verla; se me hizo una pasa el corazón y al mirarla tan chiquita, con su vestido verde y su pelito y su cara con esa sonrisa tan dulce, no pude no llorar. Fue super emocionante y épico, verla ahí en vivo y en directo, tocarla y reir como si se diera cuenta que estaba ahí mi compañera y mi amiga de travesuras y ocurrencias, mi cómplice.

Eres una persona muy especial para mí, porque me enseñaste las cosas importantes del mundo que muchas personas aun no ven; me enseñaste a usar el sarcasmo de la mejor manera y responder de manera inteligente cualquier cuestionamiento sobre la realidad. Me enseñaste también que un libro te enseña cosas y aprendes más.

Hoy en tu cumpleaños, te doy las gracias por ayudarme a expresar lo que pienso, a reir, a ilusionarse y a entender que aunque te hagas "grande" puedes seguir pensando y viviendo con la ilusión de un niño que vive, ríe, salta, juega y es feliz.

Sacar una sonrisa acordándome de ti a través de tus tiras, muchas veces me ha ayudado a olvidar las cosas tristes que a la gente "grande" le agobia. Eres una gran persona y un gran amigo aunque no tenga el placer de verte en vivo y en directo; el poder conocerte a través de tu trabajo ha sido y es un gran regalo para mí.

Feliz cumpleaños Quino, un abrazo y mi total admiración.