Ayer, con toda la efusividad del partido, unos amigos y yo salimos en la noche por algo para comer, ya que entre tantos chizitos y chelas, el hambre no se calmaba.

Uno de mis amigos, nos llevó, según él, a probar “el mejor pan con lomo de Lima” y pues decir tamaña afirmación, en un país donde todo es rico, es un atrevimiento. Le dimos el beneficio de la duda y como todo buen amigo, – Si no está rico, tú pagas m**a–, nos fuimos.

Llegamos, nos sentamos y nos pusimos a hablar de fútbol obviamente, y como mi cerebro es tan multitasking, mientras mis oídos escuchaban cosas como que Araujo se tiene que ir a jugar afuera o que Paraguay ayer nos jugó en contra, mi nariz se agudizaba con el olor de la carne flambeándose en la cocina.

Uno por ahí dijo que nosotros somos un país donde comemos todo lo que tenga que ver con lomo; pensé que había parte de razón en eso y que si uno se pone a pensar en qué es lo primero que piensas cuando hablas de comida, tienes, fijo dos opciones: cebiche y lomo saltado y ¿qué es más fácil meter en un pan?, pues el lomo, definitivamente.

Paso un sorbo de chicha morada, –¡no saben lo que es el sabor de la canela!, ha sido una cosa exquisita– miramos con preocupación cómo va quedando la tabla de posiciones desde nuestros teléfonos, volvemos a aplicar los escenarios posibles, y esperamos a que lleguen nuestros tres panes con lomo, más una salchipapa con lomo –siempre tenemos ese amigo que le gusta desentonar–.

De las tres opciones que existen en el fútbol, nosotros solo tenemos una: ganarle a Colombia y debemos ir por esa opción, en nuestra casa, en nuestro estadio, con nuestra entrada de reventa, la comprada por la trafa de Teleticket o la de cajero, no importa, la cosa es estar ahí y ver como Perú, después de más de 30 años, va a un mundial.

Se me eriza la piel de solo pensarlo, miro que en la tele del local, están pasando el partido nuevamente y enfocan a Flores, me pongo a pensar cómo se sentirán los chicos en ese momento y de reojo veo que viene el mozo con mi plato, uno rectangular, blanco, con dos pedazos de ese pan con lomo, en el que es imposible empezar a babear como el perro de Pavlov; una pequeña porción de papas fritas lo acompañan y llega ese momento crucial en que el que le das una mordida al llamado “el mejor pan con lomo de Lima”…

Nos quedamos sin Farfán por acumulación de amarillas, pero todos los demás vuelven; así que con calma y cabeza fría para Gareca al momento de armar el equipo…¡qué carne tan suave! pienso, mientras mastico mi pan, saboreo lentamente y trato de identificar cada uno de los sabores: la cebolla, el tomate, la carne y las cremas. Me gusta mucho el ají, el cual, para mi gusto no picaba mucho, pero esa cremita original, propia del local, ¡Dios, qué rico!

Por un momento, todo desaparece: los amigos, la mesa, el sonido de la carne en la cocina e incluso mis pensamientos, es solo enfocarse en el proceso de saborear cada mordida de ese pan, quizá algunos piensen que es muy subjetivo, porque ya estaba en chelas y cuando estás así, todo lo que comes es rico, pero no, realmente, la carne era una cosa divina.

Le decía a mi amigo que el pan estaba buenazo y ambos imaginábamos lo que es comer el juguito del lomo con una porción de arroz recién hecho y ¡uff! Lo más rico de la vida.

Se acabó el partido, nos espera Colombia y también se acabó “el pan con lomo más rico de Lima”. Sonrío satisfecha, me chupo los dedos y miro mi plato vacío, con las ganas de tener un pedacito de pan para limpiar el plato –saben a lo que me refiero–.

Volver a ver a Perú en un mundial, es algo que anhelo mucho, sobre todo, porque desde antes que naciera, nos hemos privado de esa posibilidad. La fe, la tenemos; las ganas, siempre; el entusiasmo ni qué decir; sabemos que no será un rival fácil ese Colombia, sé que ellos no vienen “huevonadas”, pero pues, nosotros tampoco y de eso Gallese lo sabe y muy bien.

Me olvidaba, el lugar del “pan con lomo más rico de Lima” está en la cuadra 34 de la avenida Caminos del Inca, se llama “Two Chefs” y no, no me dan ni una papa frita ni una cebolla gratis ni yapa con la chicha por esto que acabo de escribir, así que es solo compartir con ustedes, esto tan rico que es para nosotros los peruanos: comer.

Así que este martes, todos volvemos de nuevo con el entusiasmo a mil, las camisetas puestas o inventando alguna excusa para salir del trabajo temprano y ver a nuestra selección jugarse absolutamente todas las cartas. Quizá termine de nuevo en el Two Chefs o de repente termine tomando algunas chelas que alguna persona por ahí, aparentemente, me tiene pendiente –hay un dios que todo lo ve–.

La foto es de la salchipapa con lomo, "el pan con lomo más rico de Lima" no tuvo tiempo de pasar por la foto previa, así que si ni hubo tiempo para la foto, ya imaginen lo que ha debido ser, igual más tarde volveré –solo para tomar la foto– y la subiré como corresponde.

Nos vemos en Rusia y recuerda que de la justicia no te escaparás, Alan c***e .